De un rojo profundo con destellos salinos, esta poción arde con un calor que no quema, pero deja un cosquilleo eléctrico. Forjada con ceniza viva de la Laguna varada y cristal de sal volcánico. Cristalizado con humo del incendio eterno para posterior disolución en las aguas de la Laguna varada.
Se dice que los guerreros la usaban en sus armaduras para protegerse de los ataques de dragones.